Solicitar un préstamo conlleva bastante incertidumbre. ¿Van a aceptar darte lo que necesitas? Aquí tienes 18 trucos para hacer más probable que así sea.
Los prestamistas tienen un objetivo clave: ganar dinero con el préstamo que te concedan. Como consecuencia, lo que más necesitan para aceptar es saber que vas a devolver el dinero. Haz cuentas y asegúrate de que podrás devolver el préstamo. Esto te ayudará a evitar hacer solicitudes sin ningún viso de éxito.
Antes de enviar tu solicitud, revisa detalladamente los requisitos de la entidad financiera. Asegúrate de cumplir con ellos, como edad mínima, ingresos mensuales o antigüedad laboral, para evitar rechazos innecesarios.
Antes de solicitar un préstamo, comprueba si estás incluido en listas como ASNEF u otras bases de morosidad.
Solicita también tu informe CIRBE del Banco de España (muestra préstamos y riesgos vivos) y ficheros privados como Experian/BADEXCUG. Regulariza impagos, rectifica datos erróneos y, cuando canceles una deuda, pide el certificado de cancelación y solicita la supresión/actualización en cada fichero.
Las entidades revisarán tu nivel de endeudamiento. Si tienes muchas deudas, liquídalas antes de pedir un nuevo préstamo. Si no puedes liquidar todas, liquida las que puedas. Piensa que un prestamista normalmente no querrá concederte un préstamo si las cuotas de devolución superan el 30 - 35% de tus ingresos regulares.
Explica detalladamente para qué necesitas el dinero. Las entidades valoran la transparencia y objetivos concretos, como consolidar deudas o financiar un proyecto específico.
Pide solo lo necesario y juega con el plazo para que la cuota respete un DTI aproximado ≤30–35% de tus ingresos netos. Recuerda: más plazo = menos cuota, pero más coste total. Encuentra el punto de equilibrio que tu presupuesto puede sostener.
Prepara de antemano toda la documentación que puedan pedirte, como DNI, recibos de nómina, comprobantes de ingresos o declaraciones fiscales.
Evita números rojos, comisiones por descubierto y cargos devueltos en los 2–3 meses previos. Mantén ingresos regulares y trazables en la misma cuenta y elimina movimientos “ruidosos”. Un extracto limpio transmite estabilidad y reduce banderas rojas en el análisis.
Si puedes presentar un aval o bienes en garantía, tu solicitud tendrá más probabilidades de ser aceptada.
Un co-titular suma sus ingresos a los tuyos, reduce la ratio deuda/ingresos (DTI) y puede desbloquear la aprobación o mejorar el tipo y el importe. Debe tener ingresos demostrables y estables (nómina o pensión), sin ASNEF y con antigüedad laboral suficiente.
Preparad nóminas/IRPF, contrato y extractos de la cuenta donde se ingresa el salario. Tened claro que ambos seréis responsables solidarios del préstamo (si uno falla, responde el otro).
Si tu perfil va justo, es más efectivo que un avalista, porque el aval no suma ingresos; el co-titular sí.
Pedir una cantidad de dinero mayor a la que realmente necesitas puede ser una señal de riesgo para los bancos. Sé razonable en tu solicitud.
Si es posible, evita cambiar de empleo o de actividad económica justo antes de pedir un préstamo. Los bancos valoran la estabilidad laboral.
En los minipréstamos, es habitual que te pidan los datos de inicio de sesión de tu cuenta bancaria. Por desconfianza, muchas personas dan los de una cuenta con poco dinero y actividad. Sin embargo, lo que los prestamistas quieren comprobar son los ingresos y gastos que mueve la cuenta regularmente. Por eso, proporcionar la cuenta donde se depositen tus ingresos es clave. Esto demuestra estabilidad financiera y facilita a la entidad confirmar que puedes cumplir con los pagos.
Antes de decidirte por una entidad financiera, revisa varias opciones. Analiza los requisitos, las tasas de interés, los plazos, las comisiones y los requisitos de cada institución para encontrar la oferta que mejor se adapte a tus necesidades.
Algunas entidades ofrecen préstamos diseñados para necesidades concretas, como estudios, reformas o la compra de un vehículo. Si necesitas justificar el uso del dinero, asegúrate de que tu propósito se alinea con la finalidad del préstamo. De lo contrario, será difícil que aprueben tu solicitud.
Domiciliar nómina/recibos o contratar un seguro puede mejorar condiciones y facilitar la aprobación. Pide simulación con y sin vinculación y elige solo si el ahorro en tipo y comisiones supera el coste de los productos añadidos.
Para coche, reformas o proyectos grandes, una entrada del 10–20% reduce el LTV, baja el riesgo para la entidad y puede mejorar el interés o desbloquear la operación. Acredita el origen del ahorro (extractos, justificantes) y ajusta el préstamo al neto restante.
Declara todas tus deudas e ingresos tal y como figuran en extractos y modelos fiscales. Las incongruencias provocan denegaciones. Si te rechazan, pide el motivo, corrige (paga impagos, ajusta deuda/ingresos) y reintenta cuando tu perfil haya mejorado.
Si en la banca tradicional no te conceden un préstamo, un truco para que te concedan un préstamo relativamente sencillo de aplicar es hacer tu solicitud en una entidad menos exigente. Aquí tienes algunas sugerencias.
| Prestamista | TAE | Desde | Hasta | A devolver en | Solicítalo |
|---|---|---|---|---|---|
![]() | 0,00 - 999.999,00 % | 50 € | 500 € | 1 días - 30 días | ¡Pídelo ahora! |
![]() | 3582,32 - 15.890,00 % | 100 € | 300 € | 61 días - 90 días | |
![]() | 4036,01 - 12.007,97 % | 25 € | 1000 € | 61 días - 120 días | ¡Pídelo ahora! |
![]() | 8,51 - 14,78 % | 6000 € | 60.000 € | 1 - 8 años | ¡Pídelo ahora! |
![]() | 6,64 - 13,40 % | 4000 € | 35.000 € | 3 - 8 años | ¡Pídelo ahora! |
Para salir de ASNEF lo más fácil es pagar la deuda por la que estás inscrito, pero en algunos casos puede haber alternativas. No te pierdas nuestra página sobre ello.
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